FONDART REGIONAL

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GRABADO

  
El grabado es un medio de expresión múltiple. Su reproducción se obtiene a partir de una matriz o taco que se elabora y luego se imprime (edita) en un número a voluntad del artista. Dicho en otras palabras, intervienen dos superficies: una que transporta la imagen y otra receptora sobre la cual se imprime.

El grabado acompaña al hombre desde la antigüedad. Vestigios de ello encontramos en la Cueva de Altamira, en huesos de animales, sobre piedras preciosas, etc. Egipcios, griegos y etruscos han dejado piezas de orfebrería como prueba de su existencia. Tal como los sellos y grabados sobre piedras finas de uso entre los romanos.

Sin embargo transcurrieron muchos siglos antes de descubrir el procedimiento de multiplicar a través de la impresión, a lo cual contribuyó la invención del papel (1276). Así pasó la imagen labrada o puesta en relieve, de ser un ornamento sobre un objeto a construirse en matriz. Esto da nacimiento a un nuevo arte: el de la estampa.

Hasta el siglo XV predominó su uso de modo utilitario. En ese época la invención de la imprenta (Johannes Gutemberg, 1450) permitió la reproducción de calidad en grandes cantidades: es decir la edición, y por consiguiente la aparición de una estética individual. Ello, sumado a las calidades de tono y textura, fue aprovechado por artistas como Rembrant y Goya, quienes vieron en el grabado un medio para crear lenguajes gráficos más allá de la reproducción de pinturas o esculturas a través de éste. Al percatarse el mundo artístico de tal potencial, el grabado adquirió autonomía y se convirtió en un arte poderoso e importante.

Como primer paso, el grabador debe elaborar un objeto: la matriz. Esta se realiza en distintos materiales y de tal elección derivan los nombres técnicos: Xilografía, cuando se trata de un grabado en madera; Aguafuerte, Aguatinta, Punta seca, Buril, Barniz blando, u otros, al realizarse en metales; Linograbado cuando la matriz se ejecuta en linólio; Litografía si se trata de piedras litográficas o planchas graneadas de aluminio o zinc; Serigrafía cuando la matriz es una trama fina montada en un bastidor; Collagraph cuando ésta se arma con materiales aditivos, etc.
Cabe mecionar que en el último tiempo, algunos artistas gráficos han adoptado otras técnicas, como es el caso de Fotograbados, Xerografías, grabados generados por computación, etc.
Resumiendo, el artista grabador posee un doble compromiso: construir una imagen y expresar una idea. Cabe agregar que sumadas a las técnicas ya descritas, están las técnicas mistas y las innovaciones posibles de lograr, lo cual hace del grabado un medio plástico flexible de múltiples posibilidades y libertad de experimentación. Así lo muestran artistas gráficos que, con ayuda de la tecnología digital, han ido cambiando los conceptos más tradicionales.

El grabador siempre ha dependido de las maquinarias que ha tenido a su alcance. Por ello, con el avance tecnológico, potencialmente adquiere infinitas posibilidades y combinaciones en la expresión artística del arte contemporánea.
El soporte es, por lo general, un papel. Éste debe seleccionarse con mucho cuidado en cada una de las técnicas, ya que de ello dependerá la calidad de la impresión. De preferencia se usan papeles de bajo ph, lisos, sin texturas, resistentes, con poco apresto, en diversos tonos de blanco y variedad de gramajes.
El proceso de impresión (entintado) varía de conformidad a las técnicas ya descritas. Puede tratarse de una impresión en relieve, en hueco o calcografía o de un proceso planográfico.
En la primera de ellas la imagen creada está en relieve y el resto recortado o desbastado. Se entinta tal relieve y se aplica presión con una prensa para transferir la imagen al papel.
Si la impresión es en hueco o calcografía, la imagen se realiza haciendo incisiones sobre el metal (cobre, acero o zinc). Luego se entinta toda la plancha y posteriormente se limpia, quedando la tinta en el interior de las incisiones. Sometida la plancha a una fuerte presión, el papel entra en contacto con los surcos entintados lográndose así la imagen.
La impresión en el plano, o procesos planográficos, se ejecuta sobre una superficie sin incisiones ni relieves. En este caso la imagen es dibujada con materiales grasos sobre una piedra litográfica o en planchas de metal. Manteniendo la superficie húmeda, la tinta grasa se adhiere sobre las zonas dibujadas grasas, pero no en las zonas humedecidas puesto que la grasa y el agua se repelen. La impresión de la imagen deseada se obtiene por presión en la prensa litográfica.


Fotografías que muestran el interior de un Taller de Grabado.